Reseña: Dolores O’Riordan – No Baggage

La irlandesa (ex lideresa de The Cranberries) regresa con su segundo disco en solitario de título No Baggage. Así, sin maletas nos entrega los 11 tracks que conforman esta producción, y de nuevo nos pone a Dan Brodbeck detrás la consola. El material suena menos angustioso y oscuro que el que nos presentó en Are You Listening? (2007). Éste suena más relajado y feliz. Es bien sabido que no es un genio en cuanto a la letra de sus canciones, y en este caso no hay excepciones. Hay mucha repetición, no sólo en el coro, repite los versos en muchas canciones. Los temas son los de siempre, el amor, la vida, y sus hijos. Incorpora algunos nuevos sonidos pero en general suena a lo ya conocido de ella. Le bajó un poco a los tonos oscuros y experimentales que podíamos oír en su debut solista, pero se enfocó más en su principal fuerte: la voz.

El disco abre con Switch Off the Moment, y su tonada semi funky y su “iieeh iieeh iieeh” (y los típicos balbuceos que han marcado el estilo y la carrera de Dolores). Su voz, comienza a carraspear. De nuevo vuelve con su tan odiado por unos (sus fans) y amado por otros (escuchas casuales) canto-suspirado, pero sólo lo utiliza en los versos (en realidad no lo aplica en todas las canciones). En los coros se puede notar el multi layer que enmarca su voz. Esta misma línea siguen otras canciones como It’s You, Fly Through y Tranquilizer. Suenan tranquilas sin ser baladas. En mi humilde opinión, suenan blandas, lineales, con pocos momentos de brillantez. A la mitad del disco viene Be Careful. De inicio suena como otra canción de ésta categoría, pero llegando el pre-coro oímos un stream de guitarra diferente, más vivo, que explota dando paso al coro, con una voz mucho más enérgica. Se transforma completamente, haciendo de esta canción una de las joyas de No Baggage.

La más rockerona del disco, Skeleton, tiene una estructura musical muy parecida a Loser (del disco anterior). Es una canción que se te quedará pegada un rato. Melódicamente es algo novedoso, comparado con lo que venía haciendo. Sobre todo las partes que vienen justo antes del coro (“faster, faster, faster, faster, faster”). Sin duda es uno de los mejores tracks del album, si no es que el mejor. Sin importar que suene un tanto Avril Lavigne-esca. Esos alaridos del final (a los que nos tiene acostumbrados) siempre me ponen la piel chinita, aunque debo admitir que en esta canción parecen estar un poco fuera de lugar.

Como todo buen disco de la señora O’Riordan, las baladas son punto y a parte. Ya sean clásicos como Linger o When You’re Gone, o tonadas íntimamente personales como Ode To My Family, Dolores siempre ha tenido especial habilidad para componer baladas, y éstas no podían faltar en No Baggage. De las tres que contiene este LP, dos son completamente nuevas y la otra es una nueva interpretación de Apple of my Eye (originalmente incluida en Are You Listening). Realmente no presenta grandes cambios. Parecen más bien cambios del tipo técnico. Tal vez el hecho de que su voz suena más natural. Stupid tiene cierta fuerza en el coro aunque es muy repetitivo, y los versos son un poco débiles y hacen que la canción en general sea aburridona. Lunatic por otro lado es una balada muy lenta, donde la voz de dolores sólo es acompañada de un piano. Lo interesante de esta pieza es el final, un tanto errático, desesperado y me suena a un intento de Black Widow 2 pero un tanto mal logrado, al final suena un poco a My Inmortal de Evanescence, sin la forzadísima voz de Amy Lee.

Los dos tracks restantes son Throw Your Arms Around Me y The Journey. Son las canciones que tienen más sabor del disco, las más rítmicas, y en mi opinión las que más se alejan de lo que hacía en la banda. y Como mencioné, Throw Your Arms Around Me incorpora sonidos étnicos. Hace mucho énfasis en las percusiones y las voces de fondo, haciendo que parezca canción de rituales mágicos africanos. Es una canción bastante feliz, pero poco estridente, a diferencia de The Journey, el primer single de este material. Es definitivamente la mejor de entre los 11 tracks. Es cantable, pegajosa, su voz me recuerda a su mejor época (Bury the Hatchet), tiene una buena letra (dentro de lo que cabe) y no cansa al escucharla muchas veces.

Es un disco que he esperado durante dos años, y debo confesar que mi obsesión por los talentos de la señora Dolores O’Riordan datan de hace exactamente 10 años. No me sorprende el disco, pero tampoco me decepciona. Si lo tuviera que calificar en una escala del 1 al 5, le daría un 3.5. Ha sugerido y mencionado que le gustaría reunirse con la banda después de promocionar este material. Habrá que esperar para ver.