El IMS se cree muy salsa...

Al parecer me he hecho extrañar más involuntaria que voluntariamente, pero déjenme les digo que eso de readaptarse a los ritmos chilangos no es tan fácil como pareciera (¡Pff!). Gracias al dios de su preferencia existe el bendito I.M.S para recordarme lo bueno que tiene el 'defectuoso' (y no tengo que explicar que no se trata de esa falacia encargada de la salud popular ¿verdad?).

Pues bueno, el último disco del Instituto Mexicano del Sonido, Soy Sauce (2009), tiene un ratito que salió pero fue sólo hasta apenas que le pude dedicar sus buenas escuchadas. Y pues el señor Camilo Lara (el chistoso tipín detrás de este proyecto de electro-mex muy Yeah!) sigue haciendo los alebrijes musicales a los que nos tiene acostumbrados desde su Méjico Máxico (2006), así que no hay mucha revelación aquí. Cumbia, electrónica, norteña, rock, pop de viejitos, mariachi, sonidos de la selva (¿?) y hip hop son los ingredientes de esta producción mezclosa... y el resultado es simplemente CURIOSO (en el estricto sentido que gusta usar don Cocodrilísimo).

Resulta CURIOSO, aún después de tres discos, escuchar estas revolturas y seguir sintiéndose intrigado y movido por sus buenos momentos (que son bastantes he de recalcar). Sin embargo, no hay un verdadero click con todo el álbum. Al menos no como con su debut o con el buen follow-up que fue Piñata (2007). Es un disco fiestero y disfrutable. Ponlo en cualquier reunión y ya te evitaste la preocupación de hacer una playlist que tenga los distintos moods típicos de una fiesta mexicana, pero después que te aprendas el álbum perderá el encanto inicial.

Entre las destacables están la introductoria Cumbia, un I.M.S muy clásico, Alocatel (con su respectivo remix incluido como bonus track) que es una burla hacia los músicos posers, Hiedra Venenosa construida con un ritmo pegajoso y medio country-sabrosón, Yo Digo Baila, bastante dance, y Reventón, una especie de radiografía de las noches de fiesta en la Ciudad de México. El resto es algo que apenas sí cuaja pero que, como mencioné, tiene sus momentillos.

No me quejo del disco, la verdad que no; es hilarante, cagadísimo si se quiere, tanto en sus letras como en la interpretación maleta a propósito (vean el video de abajo y aguántense la risa si pueden)... pero pues no me llena tanto como otros grupos que hacen este tipo de mezclas electro-mexicosos con más click y constancia en su trabajo (dígase Nortec Collective). Siento que mucho tiene que ver con que el Sr. Lara ahora reboza de tanta confianza en sí mismo como para cantar en el 95% de las canciones. Bien por él pero pues, para ser honestos, no tiene una voz tan atractiva que digamos. Recomendable a secas.

Mejor cover no puede existir... NUNCA!