sábado, 8 de agosto de 2009

Sonidos de guerra desértica y baldío mental.








Sí, definitivamente ando con humores soundtrackeros otra vez (Prrt!). En primera porque quiero aprovechar para invitarlos a ver una excepcional joyita fílmica llamada Vals Con Bashir (2008). En segunda porque me reencontré con una película en la tele (y su respectiva banda sonora) que en verdad merece ser revisada: Soldado Anónimo (2005).

Muy bien, Vals Im Bashir... Este "documental experimental/animado" narra la búsqueda que un ex soldado israelí (el propio director) emprende en el presente para recuperar los recuerdos de su vida durante la invasión al Líbano, a principios de los 80's. Este film es una verdadera curiosidad: elegantemente realizado con Flash (¡todavía no lo puedo creer!), con testimonios reales pero en animación, alguna que otra secuencia surrealista y un tono muy parco e hipnótico; la película se siente como si vieras una especie de sueño en tiempo real... Y mucho de este 'feeling' proviene de la música precisamente.

El score fue compuesto por Max Richter, un alemán cuya única aportación al mundo fílmico fue en Más Extraño Que La Ficción (2006), dónde se usaron dos tracks suyos. Esta es su primera partitura para cine y se puede notar el contacto que ha tenido con figuras de la talla de Philip Glass, Brian Eno y Arvo Pärt, en el mood minimalista de su música. Si bien minimalista en la música no nesesariamente implica lentitud (y por ende hueva) aquí hay minimalismo en la estructura, o sea, patrones con pocas variaciones. Claro que tiene su buena dosis de música melancólica/ambiental (piano y sección de cuerdas) pero también cuenta con sus tracks electrónicos con beat como de persecución que me recuerdan a algunos de Slumdog Millionaire o The Bourne Ultimatum. Ahora bien, hay un leit motif que se repite cuatro veces (y que coincide con un sueño dentro de la trama): The Hunted Ocean... según yo retrata muy bien el sentimiento global de la película:

En el soundtrack también hay varias canciones ochenteras para contextualizarnos, pero en el disco sólo se incluyen dos: La synthpopera Enola Gay de OMD y la new wavera This Is Not A Love Song de PiL. Ambas le dan un toque divertido a un soundtrack por demás serio y poético (aquí un resumen).

En una línea similar pero más desmadrosa está Jarhead (o Soldado Anónimo, gracias a esos "genios del marketing" de nuestras distribuidoras). La película, basada en la memoria de un ex-marine/francotirador (Anthony Swofford) frustrado por no haber podido disparar una sola bala durante la guerra del golfo pérsico, es una oda al vacío: el desierto, la guerra sin combate, la juventud americana obsesionada con el sexo, el aburrimiento de finales del siglo XX...

Cuando fui a ver esta película al cine salí grato pero indiferente. Es una película de guerra con poca o casi nada de guerra, los marines son los típicos imbéciles americanos y la frustración de los personajes también la siente el público con la historia. Pero fue hasta hace poco que me la reencontré en la tele cuando me di cuenta de su verdadera calidad: es un gran ejemplo del existencialismo en el cine (no por nada el protagonista lee El Extranjero de Camus), la fotografía es excelente, las actuaciones muy buenas y la música del maestrazo Thomas Newman es netamente excepcional.
Yo siempre he dicho que Newman no tiene el reconocimiento que se merece. Todos hemos escuchado su música en alguna peli y es muy fácil reconocer su estilo y aportación artística: es muy clásica en Buscando A Nemo, Camino A La Perdición, Milagros Inesperados, Sueño de Fuga y Mujercitas, pero también moderna y atractiva en Belleza Americana, Erin Brokovich, Lemony Snicket's..., Wall-E y Jarhead precisamente. Este último es su score más experimental diría yo, pues se aventura a usar mucha electrónica, guitarras eléctricas, percusiones exóticas e instrumentos de medio oriente (más místicismo ahora que ando en esos humores últimamente). En general esta música nos describe el tedio, la espera y los espacios abiertos de una forma rítmica y llena de testosterona (y un poco de locura irónica en sus piezas más "atmosféricas"). Destacan tracks como Welcome To The Suck, Raining Oil, Full Chemical Gear, Jarhead For Life y Dickskinner. De entre la colección de canciones recopiladas están las clásicas Don't Worry Be Happy de Bobby MacFerrin, Bang A Gong (Get It On) de T-Rex, Fight The Power de Public Enemy y Soldier's Things de Tom Waits, aunque se extraña la versión instrumental de Jesus Walks de Kanye West, que en verdad le da resonancia al final de la película. Con todo es una banda sonora muy disfrutable.

Y pues ya... no sé si será por el inminente regreso a clases pero esta música me transporta a lugares lejanos; me hace olvidar un poco las preocupaciones de la vida cotidiana, si bien no me lleva a un lugar feliz u optimista. Y creo que es válido que haya música para eso también...

2 comentarios:

Genialf dijo...

Pero qué no Newman es como el Timbaland de los Soundtracks? Está en todos. Pero bueno, no es malo como el sr. Timothy. Y ese Brian Eno, tmb está en todo, pero es muy bueno (en mi opinión es de lo mejorcito). Me gusta mucho la de Soldado Anónimo, la otra no he tenido al oportunidad de verla, pero tal vez pronto.

Juayitl dijo...

Creo que Vals... está por estrenarse en Puebla (la próxima semana o algo así).
Y pues sí, Newman aparece en todo lo que dirija Sam Mendes. Y si tiene 10 nominaciones al oscar (sin ganar todavía) no es nomás porque a la academia le guste chingarlo.