martes, 2 de noviembre de 2010

En tiempos de Halloween...










Pocas películas son tan malas y a la vez tan taquilleras como la saga de Twilight. Vampiros que brillan en la oscuridad, protagonistas que tienen nula expresión facial, hombres lobo fornidísimos celosos de los escuetos vampiritos. Y todas las niñas suspiran.



Pero vaya sorpresa con la que me he topado al escuchar los soundtracks de esta saga. Son maravillosos. En esta ocasión hablaré específicamente de aquel que engalana a la tercera parte de la saga: Eclipse. De entrada me llamó la atención el conjunto de talentos que unieron sus esfuerzos en este cé-dé: Muse, The Bravery, Beck, Bat For Lashes, Sia, Metric, Cee-Lo Green, Florence and the Machine, Vampire Weekend, UNKLE, etc. ¿Lo mejor? Todas las canciones fueron creadas específicamente para este lanzamiento.

Empezamos con Eclipse (I'm All Yours) de Metric. El ya acostumbrado sonido de los canadienses permea esta rola. Una fina línea separa lo triste de lo alegre mientras Emily Haines se pregunta: "All the lives always tempted to trade", refiriéndose a la protagonista de la película (Bella) que quiere cambiar su vida mortal por la de un vampiro al lado de su amado Edward.





El lado misterioso corre a cargo de Beck en compañía de Bat For Lashes con Let's Get Lost. La voz de Natasha Kahn y los eléctricos beats de Beck nos regresan al bosque nublado de Alaska donde se lleva a cabo la acción. Y déjenme remarcar la frase con la que abre la canción: "Touch me, I'm cold, unable to control". Ójala la peli fuera así de buena.

Sia, que anda muy colaboradora últimamente (pregúntenle a la señorita Christina Aguilera), también aporto una joyita a este soundtrack. Su canción My Love (nada que ver con la de Westlife) comienza con un piano apacible y sin rumbo definido, que más entrada la canción va tomando forma en una melodía fuerte y sollozante. Sus poderosas e inentendibles vocales nos hipnotizan, en fin. Otra más de las épicas baladas de Sia, comparable con Breathe Me o Soon We'll Be Found.

Y mi favorita, Ours de The Bravery. Comienza con este beat constante y progresivo que detona en el pre-coro con el "Stop stop stop the world from moving... the clocks from turning". La música es tan pegajosa, y tan alegre que se contagia, pero la letra es incierta y hace dudar del futuro, a no querer dejar ir. ¿Cuántos hemos caído en este error?

Si lo que necesitamos para tener soundtracks de esta calidad es que las películas sean una mierda... que sigan haciendo películas de Twilight.

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